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Los mercados de renta variable han experimentado un claro repunte estas últimas semanas y han compensado íntegramente las pérdidas registradas desde el 2 de abril, fecha en la que el presidente Trump anunció un enorme aumento de los aranceles.

Los indicios que confirmaban una desescalada progresiva del conflicto comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo tranquilizaron a los inversores. Justo después del primer acuerdo firmado entre Estados Unidos y el Reino Unido, también se obtuvieron resultados concretos de las negociaciones entre los representantes estadounidenses y chinos. Las conversaciones se tradujeron en una considerable reducción de los aranceles recíprocos durante un periodo de 90 días, lo que suponía la eliminación del embargo «de facto» sobre los intercambios entre ambos países. El arancel recíproco (al que se suman los impuestos aduaneros ya existentes) aplicado por EE. UU. a las importaciones chinas pasó del 145% al 30% (que incluye el del 20% decretado en marzo por el presidente Trump como sanción en el marco de la lucha contra el tráfico de fentanilo), y el aplicado por el gigante asiático a las importaciones estadounidenses se redujo al 10% desde el 125% anterior.

Esta relajación de las tensiones se revela positiva, puesto que limita el perjuicio económico derivado de las medidas proteccionistas adoptadas por la Administración Trump. No obstante, ya se notan los primeros daños en el plano económico: un auge de las importaciones en Estados Unidos en el primer trimestre, indicadores de confianza de capa caída e, incluso, una mayor volatilidad en el mercado de divisas.

Contracción de la actividad en el primer trimestre

Hay que relativizar la contracción de la actividad estadounidense (-0,3% trimestral anualizado), que se debe al fuerte avance de las importaciones, en especial de bienes (+50,9%), en previsión de la aplicación de nuevos aranceles. Se ha constatado que numerosas empresas estadounidenses hicieron gran acopio de importaciones con el fin de reponer sus existencias para evitar el incremento de los costes asociado a la subida de los aranceles. El crecimiento de las exportaciones (+1,8%), a todas luces más moderado, no logró contrarrestar la explosión de las importaciones, lo que conllevó una contribución negativa sin precedentes del comercio exterior en el crecimiento estadounidense (-4,8%). Dada la abultada reposición de existencias observada durante el trimestre, la dinámica económica de EE. UU. debería verse menos penalizada por la balanza comercial en los próximos trimestres.

Fuente: BEA, Banque de Luxembourg

Los indicadores de confianza, todavía de capa caída

Los indicadores de confianza continuaron en claro retroceso en abril, en particular por lo que respecta al consumo nacional. En concreto, el deterioro se ha observado en los componentes futuros de las diferentes encuestas. ¿El desplome de estos índices acabará reflejándose en los datos de actividad y, en concreto, en el consumo de los hogares? Estos gastos, aunque siguieron progresando, ya registraron una ligera ralentización (+1,8% trimestral anualizado) durante los tres primeros meses del año. Las ventas minoristas del mes de abril confirmaron esta tendencia de un consumidor menos generoso en el gasto al comienzo del segundo trimestre.

Fluctuaciones sustanciales en los mercados de divisas

El dólar se depreció ostensiblemente frente a las divisas principales de los socios comerciales de Estados Unidos. De hecho, ha perdido prácticamente un 8% desde el comienzo del año. Se han observado fluctuaciones sustanciales, en especial frente a las divisas asiáticas. Por ejemplo, el dólar taiwanés se apreció alrededor de un 7% frente al billete verde en el transcurso de dos sesiones bursátiles de principios de mayo. Se trata de una fluctuación amplia en un periodo de tiempo muy breve que se atribuye a rumores según los cuales un acuerdo comercial entre Estados Unidos y Taiwán incluiría la necesidad de una revalorización de la divisa asiática.

Fuente: Bloomberg, Banque de Luxembourg

 

Además, los actores financieros locales, como las aseguradoras o las empresas exportadoras, que mantienen una elevada exposición al dólar estadounidense para sacar partido de un diferencial de interés favorable, probablemente hayan acentuado el movimiento alcista al vender o cobrar una parte de su exposición a la divisa americana.

¿Un optimismo excesivo en los mercados bursátiles?

Si bien las perspectivas de una multiplicación de los acuerdos comerciales resultan alentadoras, el consenso apunta a que el tipo de los aranceles aplicable a las importaciones en suelo americano no bajará del umbral del 10%. En estos momentos, y teniendo en cuenta los anuncios recientes, este tipo medio se sitúa en el 15%, un nivel bastante inferior al 25% alcanzado en abril, aunque sigue siendo seis veces superior al observado a finales de 2024. En este contexto, parece ilusorio pensar que no habrá consecuencias negativas para la economía y los beneficios de las empresas. Por tanto, el fuerte repunte de los mercados bursátiles parece basarse en un optimismo considerable.

Damien Petit, Responsable de Inversiones de Banca Privada
Banque de Luxembourg

Si desea saber más sobre las inversiones a las que se debería otorgar prioridad en el contexto actual, póngase en contacto con su asesor de banca privada.

Juan Carlos Durán
Asesor de banca privada